No siempre se puede detectar a tiempo una avería grave en el vehículo, pero hay muchas ocasiones en las que sí es posible. Lo único que tienes que hacer es abrir bien tus oídos y escuchar lo que tu vehículo te dice.
Si aparece algún ruido sospechoso en tu coche, harás bien en acudir enseguida a tu taller de confianza para que le echen un vistazo, ya que puedes ahorrarte una factura enorme en el futuro. Esto se debe a que, en muchas ocasiones, escuchar los sonidos del vehículo puede ayudarte a detectar un fallo incipiente en distintos sistemas.
Según explica el blog Motorpasión, para captarlos y después poderlos describir en el taller con éxito conviene establecer unos patrones que nos indiquen cuándo se dan, es decir, si suceden con el motor en frío, en caliente, en cualquier circunstancia, o bien de dónde vienen.
En concreto, existen siete tipos de ruidos que suelen alertar a los conductores y que tienen que ver con diferentes tipos de averías:
- Al arrancar el coche en frío, suena como si girara a cámara lenta: lo más seguro es que la batería se esté agotando, sobre todo si ésta nunca se ha sustituido o ha pasado mucho tiempo desde que se cambió la última vez, también si el coche ha estado parado mucho tiempo o la temperatura ambiente es baja. Si después de recargarla no cambia el sonido, conviene acudir al taller.
- El ralentí suena irregular con el motor en marcha: es posible que haya que cambiar los filtros de aire y gasóleo, en su caso, además de comprobar que no hay obstrucciones.
- El motor arrancado en frío emite un sonido continuo en la parte superior, al mismo ritmo del motor: lo más probable es que haya un problema de holgura en las válvulas.
- Con el coche en marcha, la parte delantera emite un sonido estridente (y bastante irritante): cuidado, porque todo indica que alguna correa, ya sea de distribución o servicio, no se encuentra en buen estado.
- Al pisar el pedal de freno se oye un crujido o un rozamiento: visita tu taller de confianza enseguida, porque ha llegado el momento de sustituir las pastillas de freno.
- Un silbido en tu coche con turbo: suele indicar un fallo o fuga en el sistema de sobrealimentación de este sistema.
- Sonidos graves tipo ‘clonk’: suelen darse cuando existe una holgura en algún elemento de la suspensión o la dirección. Como pueden ser varios los implicados en este ruido, lo mejor es acudir a un taller para que efectúe el diagnóstico.
Recuerda afinar tu oído al conducir y, si detectas algún ruido que te preocupa, no olvides acudir a tu taller de confianza: allí podrán aconsejarte y ofrecer una solución que te puede ahorrar una avería grave más adelante.
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