Consejos para conducir (y no empeorar) un atasco

• 13/10/2016
• Seguridad

• consejo conducción

Si algún estudio clasificara los atascos como una de las principales fuentes de estrés, sobre todo en grandes ciudades, pocos conductores dudarían de él. Muchos automovilistas se ven cada día en esta situación. Y no queda más remedio que afrontarla.

Seguro que tú ya tienes tus propios trucos para evitar que los embotellamientos de tráfico te pasen factura día tras día. Toma nota también de estos consejos de Goodyear. Te ayudarán no solo a gestionar mejor ese trance, sino también a acortar su duración: 

- No te pongas nervioso: acepta la situación, aplica el sentido común y trata de ser lo más racional posible. El atasco no depende de ti, así que llenarte de ansiedad no servirá de nada.

- Si te pilla en un túnel: enciende las luces de emergencia, apaga el motor y quédate dentro del coche, a menos que exista un peligro inminente por fuego o lo requieran las autoridades por megafonía. 

- Si vas con niños: lo mejor es que se mantengan entretenidos. Lo más importante es evitar que molesten al conductor y se impacienten.

- Mantente entretenido tú también: escucha la radio, que te amenizará la espera y te mantendrá informado sobre el estado del tráfico.

- Si hace calor: en épocas de calor debes hidratarte y para ello necesitas beber agua. Te ayudará a mantener la calma.

- Evita los cambios constantes de carril: no culebrees por los carriles buscando un hueco para ganar dos metros. No solo no funciona, además empeorarás el tiempo de respuesta e incrementarás el efecto acordeón de los atascos.

- Respeta a los demás: facilita su incorporación, así harás más fluido el efecto cremallera, que beneficia a todos los conductores en un atasco.

- Ojo a la gasolina: comprueba si tienes suficiente combustible. Además, si crees que tu coche estará detenido más de dos minutos, apaga el motor.

- Cuando el tráfico sea más fluido: no trates de recuperar el tiempo perdido mediante maniobras extrañas o acelerando de manera inadecuada. La diferencia de tiempo no merece la pena, ni mucho menos las posibles consecuencias en forma de accidente.

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